Aclaraciones :

Por decisión propia del autor del blog, uséase yo, procuraré no poner enlaces ni fotografías. Si alguna vez lo hiciera, será foto con derecho de autor, que seré yo... Que luego viene el coco y nos cruje. Previsión, mi pequeño saltamontes, previsión.
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viernes, 2 de marzo de 2018

DE PRESENTACIONES Y SENSACIONES

¡Hola, gentes! Perdón por el momentáneo “abandono” del blog. Ha habido varios culpables, pero la cuestión es que todo se ha resuelto de forma satisfactoria y que vuelvo a pilotarlo.

Dos pequeños incisos antes de comenzar a desarrollar la actual entrada. El primero: para los que no me sigáis por Twitter, sabed que la ganadora y por tanto, la dueña del ejemplar del último sorteo, fue @1nitilla de Madrid, que ya disfruta del ejemplar en su casa. El segundo apunte, dar las gracias a todos los que ayer, uno de marzo, pasásteis del mal tiempo y me acompañásteis en la Biblioteca Pública de León, en la tercera presentación de la novela POZOS. También a todos los medios de comunicación que me echásteis una mano con la promoción del acto. Mil gracias.

Tras ese último acto, se me ocurrió escribir la entrada de hoy. Y, ¿a qué obedece esa ocurrencia, más bien, esa necesidad? Bueno, quiero describiros una sensación que experimento tras las presentaciones literarias que llevo realizadas, y compartir con vosotros y vosotras algunas impresiones. Puede que hayas vivido algo similar; quizás, con suerte, seas escritor o escritora… Si has pasado o pasas por esto, compártelo. Por favor.

La cuestión es, que cuando acabo una presentación, y me ha ocurrido en las tres que llevo, me invade una gran frustración que me dura hasta bien entrado el día siguiente. ¿A qué se debe? No estoy seguro. Puede que sea por el formato (presentación, exposición, turno de preguntas rápidas, venta y firma), es posible que simplemente tenga que ser así, y que haya otro momento y otro lugar para lo que a mí me gustaría que ocurriese en una presentación ideal.




¿Y qué me gustaría? Me gustaría dedicaros más tiempo de forma individual, aunque fuera un poco más, pero de calidad. Quisiera poder escuchar y disfrutar de algunas de las anécdotas que, aprisa y corriendo, compartís conmigo mientras os firmo el ejemplar que acabáis de adquirir. A veces es materialmente imposible, y es frustrante. Y eso que somos unas decenas de personas. No me imagino como lo llevan los superventas… A veces, por el hecho de ser novato en estas lides y de estar concentrado en la dedicatoria (aún no tengo una corta y estándar, ni falta que hace, añado), pierdo en mi memoria hasta vuestros nombres y los lugares de donde venís o vivís. ¡Qué rabia! Algunos me los chiva luego mi pareja/cámara/comunity mánager, pero no es lo mismo.

Siento que me pierdo media presentación, incluso, que me pierdo lo mejor de las presentaciones. Siento que lo mejor no soy yo hablando y tratando de explicar (a veces, entre sudores fríos) qué es la novela, por qué la escribí y qué espero de ella. Supongo que eso es importante, claro. Se supone que estáis ahí para ello, creo. Soy novel, comprendédme. No obstante, y ayer tuve suerte en ese sentido, el turno de preguntas fue animado y ameno, y tuve la suerte de contar con varios oriundos de La Cabrera, incluso vecinos de Pozos, lo que hizo más llevadera la cosa.

Supongo que una presentación no es el lugar ideal para lo que yo quiero o querría. ¿No lo es? Quizás en las Semanas Culturales y en las Ferias de los Libros mitigue esta sensación, este resquemor. Sé también, que en la siguiente presentación no me va a ocurrir. ¿Por qué? Porque es en Semana Santa y porque es en Truchas. Tengo muy claro que me voy a tirar casi todo el día en la localidad, de modo que si me quedan ganas de hablar y de escuchar después de la presentación y después de estar todo un día con vosotros y no solo una hora, todo lo más, es que estoy apañado.

Aprovecho para emplazarte, lector o lectora, a dejarte caer por La Cabrera esta Semana Santa. Puede que coincidamos tomando un chocolate en Castrocontrigo, que nos crucemos con el coche en un tramo curvo entre Torneros de la Valdería y Morla (cuidado con los Bambis y con los jabalíes), o que nos veamos paseando por Truchas o por Pozos. En todo caso, tienes mucho que ver y que disfrutar. Y, ya que estamos, te invito a la primera presentación de POZOS en Cabreira, que será, a falta de confirmar, el viernes 30 o el sábado 31. En cuanto esté cerrada, os la chivo. Ojalá veros…

Buena lectura.



GERARDO MARTÍNEZ C.

P.D. Un "Bambi" es la forma cariñosa con la que mi chica y yo llamamos a los corzos, ciervos y animales peludos similares.

viernes, 22 de marzo de 2013

COMIDAS, SINSABORES Y PENSAMIENTOS


Semana agitada esta. En un país con una democracia de pacotilla, uno trata de sobrevivir como puede. Cada uno somos cada uno y todos tenemos que comer. A mi, personalmente, mis padres me enseñaron que el que quiere comer, cultiva la tierra o trabaja. Y punto. Lástima, creo yo, que muchas personas no recibieran ni reciban, ese toque de exquisita educación familiar. Supongo.


Tres palabras y muchos hechos, en una semana disparatada, cargada de muchos y muy variados trabajos. COMIDAS :    En esta semana, he comido, y muy bien añado, en un lugar que jamás me hubiera imaginado. Por varios motivos. Antes de nada, leoneses/as y no leoneses/as, apuntad este nombre : Restaurante La Calleja, en La Bañeza ( LEÓN ). Menú del día, diez euros. Solo voy a decir que, de manera habitual, tienen platos como gambones a la plancha, langostinos, revueltos, entrecots, escalopines, carnes variadas y exquisitos postres caseros. Otro sitio que ha mejorado con el paso del tiempo, culinariamente hablando, es el Restaurante Palazuelo, situado cerca de la localidad de Villaquejida, justo en la salida de la autovía León-Benavente. Chapó sus alubias con panceta y chorizo. Y conste que no me pagan por la publi. 



SINSABORES :    Estar fuera de casa casi todo el día, hablando con muchas personas, escuchando el ir y venir de paseantes anónimos, te da muestras del pálpito diario de una sociedad. En este caso hablo de León capital, la capital de mi Reino. Relacionando el tema anterior con este, ayer tuve otro ajetreado día, hasta el punto de comer "de bocadillo" casi a las cuatro de la tarde. Eso sí, el bocadillo era de pa amb tomàquet ( gracias, amor XDDD ) o pan tumaca de toda la vida y una lata de cola. Como soy persona muy de horarios, comer a deshoras no es lo mío, de modo que el señor hambre pasó de largo... y gracias a eso, pude presenciar lo que os describo a continuación. Lamento, en primer lugar, ser tan pésimo intento de escritor.  Porque seguramente, no os podré describir todo lo que pasó por mi mente en el instante en que, a un metro escaso de mi, un hombre sin nombre recogió la mitad del bocadillo que yo acababa de tirar a la basura, no hacía diez minutos. En una calle bastante conocida y concurrida, a plena luz del día, justo al lado de una parada de autobús urbano. Nunca pude odiar tanto a mi país. Y he tenido mayores motivos que ese. Ayer quemé mucha sangre, pero en las horas que siguieron a esa imagen, se me quemó también parte del alma. España es hoy y espero que no nos acostumbremos a ello, un país LAMENTABLE Y VERGONZOSO. Ya no rezo, pero ayer recé por ese hombre y por todos los hombres y mujeres que sobreviven a su país, como pueden. Aquí y en cualquier país, dejado de la mano de la inteligencia...



PENSAMIENTOS :    Soy un privilegiado. Sin un euro, como casi todas las personas honradas, pero bastante feliz. Adoro a mi pareja, a mi madre, a mi hermano, a mi gato y a mi cobaya. Tengo un trabajo que me gusta y se me da bien. Y estoy aprendiendo cosas nuevas casi todos los días. Ya no puedo ( ni casi nadie puede ) ni confiar en que toque una Primitiva. Ni hay dinero para echarla, ni ya merece la pena. Ayer jueves, un acertante de cuatro aciertos en el susodicho sorteo cobraba ¡¡ 25 euros !! Amos anda... o a otro perro con ese collar. Eso si, llega Semana Santa. Un periodo contradictorio para mi, pues supuestamente, soy católico, estudié con los curas, y respeto mucho a los católicos practicantes, aunque la mayoría no sepan ni a que rezan ni de donde vienen escrituras como La Biblia. Sin embargo, me divierte mucho ver a la gente que llora cuando no puede salir un paso. Me explico. Entiendo que esas fechas son tremendamente importantes, que es tradición sagrada anual, lo entiendo casi todo. Pero no deja de divertirme y asombrarme a la vez, que seguramente ninguno de ellos llore cuando el vecino se suicide, ahogado por las deudas, la soledad, el desamparo, el hambre. Para que voy ha hablar de los diversos muertos e injusticias en otros países. Pero lloran porque no pueden cargar con una talla, o verla pasar ante sus ojos, o tirarle rosas, claveles, etc, o cantarle canciones populares diversas. Lo siento, soy bastante cabezota en ocasiones y hay cosas que jamás entenderé. O si. ( Escribe en comentarios y hablamos, jejejeje ).


POL