Dicen que el humano desciende del mono, o que somos una forma evolucionada de el. Confieso que, visto el tema de la entrada de hoy, soy de los que comparten ambas teorías.
La pasión por las alturas me viene desde que tengo memoria. De pequeñito, viví en un sexto piso, en la maravillosa calle/paseo gijonés del Marqués de San Esteban. Las vistas que puedo recordar, eran majestuosas. Ya más crecidito, en La Bañeza ( León ), destaqué, entre otras variadas cosas, por ser de esos chavales capaz de hacer cualquier cosa porque sí. Entre mis historias vitales, podría contaros la de aquella vez, con unos catorce años, que me subí a una grúa de construcción de casi veinte metros de altura y después procedí, por una mezcla de diversión y dos mil pesetas de las de antes ( cosas de la chavalería ), a arrastrarme hasta el final de la misma, otros veintipico metros a la larga.
La sensación que pude experimentar, con los ojos de un grupillo de amigos muy, muy abajo, fueron inolvidables. Hoy en día, sé que fue una estupidez en toda regla, pero ese día, fue emocionante. Porque la altura era considerable. Porque no sólo había que subir, sino que había que bajar. El hierro, a las dos de la mañana que debían de ser, estaba húmedo, frío y resbaladizo. Y, aunque en el suelo la calma era chicha, a veinte metros de altura y en la punta de la grúa, la cosa era muy distinta. Soplaba aíre racheado y se movía. No es que llegara a cagarme de miedo, pero reconozco que cuando llegué al suelo fui un chico sumamente feliz.
No soy de deportes de altura. La vida, las circunstancias, la crisis, bla bla bla. Pero soy capaz de subirme a sitios insospechados. Os contaré otra anécdota. Hace unos años, mi hermano pequeño y yo, trabajábamos en la misma empresa, una constructora que se dedicaba a lo contrario: derribar edificios y reciclar materiales. Uno de los lugares donde estuvimos, fue en Palencia, concretamente derribando la antigua azucarera de Monzón de Campos. Comoquiera que a veces, teníamos algún tiempo libre, nos dedicábamos a pasear por las instalaciones a medio derribar. Los laboratorios, las calderas, las salas de máquinas, los hornos y... la calera. La calera, era un edificio metálico, muy, muy alto. No era la altura lo peor, sino que todas sus escaleras eran de estas "de rejilla", de las que ves el aire bajo tus pies, y el suelo, cada vez más lejano mientras asciendes. Mi hermano, al que no le apasionan las alturas, guarda en su memoria el día que me subí hasta el punto más alto de esa instalación, allí donde solo estaba la antena final ( no sé para que valía, lo siento ). Aproximadamente sesenta metros de altura. Quizás sesenta y cinco. Creedme que las vistas allí eran incomparables...
El último lugar alto donde me subí,y que cambió mi vida, cosas del destino, también fue un grúa. No alarmarse, era haciendo "gruing", o el equivalente al puenting pero desde una grúa. Una grúa de cincuenta metros de altura. La gracia es, que yo ya iba un poco más crecido, había hecho tirolina alguna vez y pensaba que no sería para tanto. Bueno, lo seguía pensando mientras me subían hacía la zona de "caída" a diez metros, a veinte metros e incluso a treinta metros de altura y ascendiendo. A cuarenta, ya se me había borrado la risa de la cara y cuando el ascensor paró a cincuenta metros de altura y medio miré hacia abajo ( ¿ donde demonios se habían metido las personas de abajo ? ¿ eran aquellos puntos ? ), comprendí de repente porqué de los veinte candidatos a tirarse que lo intentaron antes que yo, cuatro se habían vuelto a bajar en ascensor. Me tiré, algo muy acojonado, con un "Gerónimooooooooo" que se escuchó a cinco kilómetros de distancia.
Me quedan más historias de lugares altos, pero seguro que tu también tienes una historia chula de algún lugar alto y ... ¿ Te animas a compartirla ? : ))
B y A.
POL
Este blog tiene como propósito compartir contigo pensamientos, historias, opiniones, delirios, ironías y experiencias, por parte de un homínido español, leonés, uropeo y terrícola de 41 años (y creciendo), con historial vital peculiar. Mente inquieta, currante como pocos, ex-empresario sin desearlo, novelista debutante. Tu opinión y participación, tu comentario, da sentido a estas líneas. OJO ALÉRGENOS: Puede haber trazas de contenidos irónicos, dobles sentidos y otras lindezas.
Aclaraciones :
Por decisión propia del autor del blog, uséase yo, procuraré no poner enlaces ni fotografías. Si alguna vez lo hiciera, será foto con derecho de autor, que seré yo... Que luego viene el coco y nos cruje. Previsión, mi pequeño saltamontes, previsión.
sábado, 30 de marzo de 2013
LUGARES ALTOS
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7 comentarios:
Me gustaría decir que desde pequeña subir a los árboles era algo innato en mi, pero lo cierto es que las alturas me daban respeto. Recuerdo que cuando veía gatos en mi tejado cogía una escalera para subirles comida y cuando iba por el segundo peldaño ya estaba mirando hacia abajo por si acaso me caía. Con el paso del tiempo las alturas fueron dejándome de dar miedo. Siempre me gustó lo de hacer puenting, pero nunca me lo he propuesto. Lo más alto que he conseguido hacer ha sido enamorarme de la persona equivocada y caer al vacío, y sin paracaídas. De esas cosas que haces y subes y subes y cuando mas arriba estás, en todos los sentidos literarios de la palabra, luego caes tan estrepitosamente que no tienes mas remedio que coger miedo a las alturas.
Yo viví en un octavo hace muchos años, pero ver la playa desde el balcón suavizaba el miedo escénico.
En fin, historias...
Je je je, yo tambien trepaba a todo árbol que mereciera la pena. Un pino casi me da un disgusto a unos cuantos metros de altura XDDDDD
Lo de enamorarse... eso suelen ser alturas respetables y cada uno hemos tenido nuestra propia "caída" e incluso más de una. Eso si, lo del paracaídas, esta vez real, lo tengo que probar antes de morirme XDDDD
Besos !!
Hola, he cerrado la cuenta porque necesito un respiro de tuiter y algunos malos rollos, tengo un mes para volver. De todos modos a ratos os sigo leyendo.
Besos ^_^
Estimada Lunazul ( XDDDDD ), como nos hemos "conocido" hace poquito, no me dió tiempo a contarte que cerrar la cuenta del Twitter es muy malo. Ampliaré explicación en un post detallado, porque es tema que lo merece. Por adelantar algo, yo también "dejé" Twitter hace unos dos años y "regresé" con otra identidad o nick, si puede decirse así... y es duro. Por múltiples motivos, que trataré de ampliar.
De todas formas, me alegra que estés bien y que des señales de vida. Aunque me había acostumbrado a tuitear contigo y se echa un montonazo de menos... #QueLoSepas + #AVecesElTwitterComoLaVidaQuema Un besazo y espero que te dejes caer por aquí, con un poco de suerte, de vé en cuando, quilla : )))
Estaré pendiente de tu post, no sabía que fuera tan, tan duro.
Besazos :***
Ánimos y cuídate mucho. Y, si tienes tiempo libre... ¿ un post en tu blog ? XDDDDD
A ver si es verdad que tengo tiempo y ordenador. Gracias por los ánimos y ánimo a ti también con los dolores, espero que pasen pronto. ^_^
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