Pues si. Otra vez lo hemos logrado. España ha ganado su tercera Copa de Europa de Selecciones, con un 4-0 a la otrora todopoderosa y temible escuadra azzurra. Y nos hemos quedado tan panchos y tan a gusto, oyes. Saliendo por ahí con las banderas y camisetas unos, en casa con amigos otros, olvidando por momentos que hoy las bolsas ya abrieron, que seguimos como seguimos y suma y sigue.
Pero hoy, mira, nos tenemos que dar el gustazo de hacer recuento. Como español amante del fútbol, practicante hasta que el cuerpo dijo casi basta y sufridor del pasado no tan lejano de nuestra selección, disfrutar de estos éxitos ahora no es sino algo muy merecido. Ya casi no nos acordamos de las mierdas de otras veces, los codazos de Tassotti, los arbitrajes de Al-Ghadur ( o algo asín ), las mangadas de Zubizarreta, de Salinas, hasta de Cardeñosa si me apuras, el penalty marrado de Raul González contra la Francia de Barthez y tantas mangadas más.
Hoy disfrutamos de los mejores, y podemos decir muy alto que, en fútbol, semos campeones. Un día de estos, nos sacudiremos la pesada carga que implican los políticoladrones que nos gobiernan y también seremos campeones no solo futbolísticamente. Como Aragonés con Raul, algo así. Nos falta regenerar la clase política y que vengan los triunfos. Olvídense de ello en esta legislatura, récord de incumplimientos de programa electoral y récord de recortes y subidas de impuestos. Habrá que esperar.
Semos uropeos y campeones. Que nos quiten lo bailao.
POL
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