Aclaraciones :

Por decisión propia del autor del blog, uséase yo, procuraré no poner enlaces ni fotografías. Si alguna vez lo hiciera, será foto con derecho de autor, que seré yo... Que luego viene el coco y nos cruje. Previsión, mi pequeño saltamontes, previsión.

jueves, 4 de octubre de 2012

TEMORES

En una sociedad democrática, más o menos ideal, un ciudadano español, en función de en que parte de España viva, en que región y localidad, puede tener ( o no ) una serie de temores cotidianos. Al menos en el  ideal de democracia que hemos vivido y catado los españoles hasta el día de hoy, enumeraríamos temores tan pintorescos y compartidos con casi cualquier lugar del mundo como ser atracado por la calle, sufrir un accidente, perder tu trabajo, verte inmerso en un proceso judicial, perder a un familiar, perder en fin todo tipo de cosas variopintas e imaginables.

España no tiene una democracia normal ni ideal. Lo siento, pero no. Como la Costitución, que es un arreglo provisional, un lo hicimos y a ver lo que dura, algo así como la central nuclear de Santa María de Garoña. Valiosa y peligrosa durante su vida útil; amortizada, devaluada y peligrosa a día de hoy; costosa y peligrosa el día que se acabe su uso... Al tiempo y no queda mucho.  ( opinión personal, que conste )

Sucede que nunca he vivido una guerra, ni lo deseo jamás, pero permíteme la comparación entre un hipotético escenario de postguerra y la España de hoy. En ambos casos se producen muchas semejanzas. Hablo de la huida, no de la emigración, sino de la huida. La huida de gentes jóvenes y no tan jóvenes, a ganarse el pan fuera del país patrio si o si, hablo de un paro desbocado y sin plan alguno que lo ataje ( ¿ bajar las cotizaciones de los trabajadores ? ), hablo de ajustes económicos enloquecidos, hablo de sensación de descontrol triposo político, de negocios quebrados, de gentes en comedores de la iglesia, de protestas justificadas y continuadas, de la sensación de que de esta no sale en otros dos, ni en otros cinco, ni en otros diez años, hablo de generaciones de españoles viviendo décadas en otros países, enriqueciéndolos, teniendo a sus familias en su nuevo país de acogida y regresando de vacaciones cincuenta años después, si aún tenemos país y no se llama Merkelandia. Vete tu a saber. Y lo peor es que se ha ido, se va y se irá, gente formada, y se quedan los chorizos y los corruptos.

Temo y mucho mi anterior párrafo. Porque eso y mucho más es el pan ( con suerte ) de cada día a día de hoy. Posiblemente no si escuchas según que radios a según que horas y con según que invitados; posiblemente no si eres un enchufado; posiblemente no si eres un senador, un consejero, un diputado, un presidente. El resto lo tememos, porque es lo que nos han dejado. Las migajas. Y ahora toca pelearse por ellas.

Temo un país donde veo a un policía por los suelos y empujado, porque tengo familiares del lado de la ley. Temo un país donde el que pasea, el que piensa, el que exhibe una pancarta, puede ser apalizado, detenido, encarcelado y juzgado. Temo a mi país. Claro que, en realidad y sin saberlo, ser español es ser fiel amante y mayor odiador de España, todoenuno. Por Bellezón y por Hijaputa. Por ser diferente y por ser más de lo mismo. Por mil cosas. No tenemos ni tenéis tanto tiempo.

Si queda alguien con cerebro, que cambie y ya la puñetera constitución. Que se actualice, a lo Islandia, con el voto del pueblo. Aún con lo burros que somos. Me arriesgo, que merece la pena. Temo que esto no vaya a pasar. Esto no es Islandia. Tonto.


POL

P.D. Y aún así, no somos Grecia. Creo.




miércoles, 3 de octubre de 2012

Interioridades

Supongo, estimado/a lector/a, que también tienes algo de sesamen, puesto que tienes a bien leer estas lineas que, en ocasiones, son fáciles o difíciles de digerir. Estas líneas no son sino un sinfín alocado de pensamientos, uno tras otro, cual vómito absurdo que no podría sino compararse al que cada cual lleva o llevamos. Lo que viene a ser la cruz que cada uno porta.

Pienso en la intimidad de mi mollera, que de un lugar precioso como es esta maravilla de planeta y país que habitamos, hacemos el mayor estercolero que jamás conocimos. Principalmente por dos motivos, la ignorancia y la estupidez. La estupidez, más que nunca, nos rodea y nos deja indiferentes, pues tratar de evitarla es tan imposible como querer evitar el polvo en un camino de zahorra natural al paso de un camión. 


Inevitablemente, y si eres capaz de entender esta ( mi ) premisa, tratarás de evitar, en la medida de lo posible, el contacto con la mayor de las estupideces, la humana. Pero, dependes de la estupidez, en forma de votante, de no votante y/o de dirigente gubernamental, sea en el estamento que sea. Dependes de la estupidez funcionarial. Siempre. Trates o no de evitarlas, las urnas, la ventanilla, el hospital, el juzgado, todos, inevitablemente te fallarán. Gravemente, añado. Entonces, ¿ que hacemos ? ¿ Que hacemos con la democracia ? Me pregunto.


Creo que, a día de hoy, cualquier español de bien sabe que eso que llamamos Carta Magna, ese compendio de estupidez a montones, hecha por y para los políticos ( Ahora también para, oh sorpresa, los bancos alemanes y franceses, véase último cambio sorpresa en la Constitución ), esa ingente sarta de necedades, de reglas que todos los políticos se saltan, obvian, pisotean, adecuan, restringen, torpedean, vale casi en exclusiva para obtener un puesto de trabajo más o menos envidiado en según que periodo vital lo pienses. Poco más. Opinión.


Pienso que todo es más fácil. Ejemplo tonto : Es como si tienes que reformar una casa en un pueblo, y ( sorpresón ) por ahorrar, contratas un trio de rumanos que te lo deja todo de aquella manera, sin facturas, IVA, garantías ni zarandajas, que luego se lo llevan los mismos. Mientras, el albañil del pueblo de al lado, en casa, o tirando precios ( y calidades en las obras ), malviviendo por las subidas ( autónomos, gasoil, luz, seguros, IVA, materiales ) o dándose de baja y trabajando en negro. Que le den al país, al albañil, al IVA, al gobierno y a la gotera que me salió dos lluvias después y ahora a ver quién va tras los rumanos.


Por cierto, mi mayor respeto para el pueblo rumano. Tengo algún conocido de esa nacionalidad y solo puedo decir cosas buenas de ellos y de sus embutidos XDDDDD


Y el caso es que entremedias hay amores y desamores, fines de mes, familias y familiares, silencios y disgustos, confusiones y días. A alguien tenemos que dar gracias, por tener esos momentos de felicidad o de alegría. Esas cositas tontas que te alegran los días. Esos ojazos de color indefinible. Nunca vi nada tan hermoso...


Somos lo que hacemos. O lo que nos dejan hacer. Y no siempre. Que cosas...


Hoy ha vuelto a pasar. Hemos sobrevivido al día. Mañana... veremos. 


POL